Cuando un comprador visita una vivienda, la cocina es uno de los primeros espacios que inspecciona.
Una cocina luminosa, actualizada y bien diseñada causa un efecto wow inmediato.
Una cocina bien resuelta puede añadir entre un 4 y un 7 % (o más) al valor global del inmueble.
Piénsalo: ¿preferirías comprar una casa con una cocina moderna y funcional o una que necesite obra total?
En resumen, una buena cocina tranquiliza al comprador: no tendrá que gastar fuerte tras la escritura.
No todas las mejoras de cocina rentan.
Pintar puertas sin solucionar la ergonomía (falta de espacio, mala distribución) rara vez impresiona.
Muchas cocinas de hace 30-50 años son estrechas, con muebles voluminosos y poca encimera.
Cambiar solo frentes y electrodomésticos sin modernizar el plano puede no aumentar el valor: los nuevos dueños podrían derribarlo todo.
Tip En cocinas pequeñas manda la funcionalidad. Saber cómo hacer que una cocina pequeña parezca más grande puede disparar el valor.
El estilo también pesa: armarios de roble con puertas arqueadas, thermofoil blanco, tonos burdeos ochenteros… detalles pasados de moda que lastran el ROI.
Sí, si la inversión es proporcional al valor de la vivienda.
Ejemplo: gastar 15 000 € en una casa de 600 000 € suele ser sensato.
La misma cifra en un inmueble de 180 000 € quizá no se recupere.
Muchos arreglos se pueden hacer en DIY: pintar armarios o cambiar fregadero y grifo ya transforma el espacio con poco gasto.
Más superficie de trabajo y punto de reunión: convierte la cocina en el epicentro social.
Armarios gastados envejecen la estancia. Sustituirlos por frentes minimalistas, o pintarlos/rechaparlos, rejuvenece el ambiente.
Colocar cuarzo o granito junto a un revestimiento adhesivo imitación piedra da un aire premium y fácil mantenimiento.
Azulejo tipo metro o paneles de vidrio: cambio rápido que aporta color y estilo sin grandes obras.
Lámparas colgantes sobre la isla y tiras LED bajo los muebles altos iluminan y facilitan las tareas.
Blancos, grises o beige suaves en paredes o frentes amplían visualmente y aportan luminosidad.
Reformar la cocina puede aumentar el valor de la casa, siempre que los trabajos sean los adecuados.
A veces basta con un lavado de cara (pintura, luz). Si la cocina está muy desfasada, una reforma mayor será rentable y evitará espantar a los compradores.
Una cocina limpia, funcional y atractiva mejora la vida diaria y seduce cuando llegue el momento de vender.